Aunque no lo crea, cuando su hijo se entretiene con un videojuego de acción no está perdiendo el tiempo. Incluso es posible que si le queda tiempo para estudiar, esta actividad aparentemente banal, le ayude a mejorar sus notas en matemáticas. Y es que, por extraño que parezca, está entrenando sus habilidades de atención, cognitivas, sensoriales y espaciales.
«Poca gente piensa que los juegos de acción, cuyo objetivo principal es eliminar a los enemigos antes de que ellos te aniquilen, pueden estar actuando como potenciadores del cerebro», ha explicado Dafne Bavelier, especialista en neurociencia cognitiva de laUniversidad de Ginebra, en una conferencia durante el Congreso de Neurociencia FENS que se celebra estos días en Barcelona y que reúne a cerca de 7000 neurocientíficos de todo el mundo.
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